Buscaba un postre resultón
pero a ser posible fresco, a estas premisas también valoraba no tener que
encender el horno…y todo ello se convirtió en una tarta resultona, fresquita de
la nevera y sin casi cocción.
Ingredientes:
250 ml de nata liquida
especial postre
250 ml de leche
300 gr de mermelada, en
este caso de frambuesa
100 gr de coco rallado
1 cuchara de café de azúcar
vainillada
8 hojas de gelatina
frambuesas
Realización:
Lo hice en cuatro etapas
que no me ocuparon más de 10 minutos cada una ellas.
Primera etapa: poner en
remojo 10 minutos 2 hojas de gelatina, en un cazo calentar la mermelada.
Retirar del fuego e
incorporar la gelatina, volcar en el molde que escojáis para la tarta;
introducir a la nevera.
Segunda etapa: al día
siguiente calenté la nata, la leche y el coco, la endulcé con el azúcar, puse
en remojo 3 hojas de gelatina que añadí a la mitad del liquido, el restante lo
guardé para el día siguiente.
Entonces, 3 hojas de
gelatina para 250 ml del resultado de la leche + la nata.
Retiré la gelatina de
mermelada de frambuesa que guardé en un plato, incorporé la leche + nata en el
molde y a la nevera.
Tercer paso: en el molde
con la pannacotta ya cuajada dispuse encima la gelatina de frambuesa, calenté
el resto de la nata que tenía guardada e incorporé las 3 hojas de gelatina
restantes y lo volqué encima de las dos capas que ya tenía; a la nevera.
Y por último, desmoldé y
decoré con las frambuesas.
Todo ello, como ya he
indicado, lo he ido haciendo en varios días pero se puede hacer en un solo día
si utilizamos el congelador en vez de la nevera.